Claudia Tejeda comparte a Zuzek/Salguero/Pacheco

 

durmientes

 

asiento de cuerina marrón

clase turista

ventana de vidrio opaco

niebla

campo

el traqueteo de un sueño

de techos bajos

verjas

alambres y bolsos

 

todo está ahí

respirando

y yo no estoy en ninguna parte

 

¿de dónde viene esa luz?

cincuenta estrellas del olvido

 

el expreso

el patagónico

el bonaerense

uno que acaricia las nubes

y el último

que parece que llegó a Paris

o tal vez a Auschwitz

 

el peso del vacío

una locomotora de flores

la última vez

que viajamos colgados del estribo

 

Gabriel Zuzek

 

Ilusionista

 

Antorcha de lentejuelas

fantasea el día.

Montaña pasaporte

de un verde presagio.

 

Y las macetas allí

sobre la tarima

colador de luces.

Me declaro ilusionista

del pastizal helado.

 

Las espinas

de la acacia negra

cargan el raro misterio

la distancia precisa

que dará en los pies.

 

Llevo un bolsillo de mago

para el asombro del frío.

 

Hay días

en que los zapatos duelen.

Se clavan como

lamentos.

 

Un equilibrio más

y doy en el blanco

de la palabra justa.

 

Pinky Salguero

 

Dios juega a los dados

 

Dios juega a los dados

en las salas de espera

ruinoso,

juega y juega

casi adicto.

 

Par de seis

milagro en puerta

escalera real

mínimo, purgatorio.

 

Dios también reza

en las salas de espera

y bendice marionetas de trapo.

 

Dios toma café cargado en las mañanas

maldice la resaca

jura que dejará de apostar.

 

Pero una vez perdió un hijo

y nunca más

fue el de antes.

 

Jorge Pacheco