DESPERTAR
Esta mañana comienzas a doler,
el sol es un susto derramado
que pesa aún sobre los párpados
y las preguntas resbalan
sobre la pared de ausencia
donde apenas despiertas;
no regresas del todo,
algo de ti se queda en la noche
y en vano escrutas
tu viejo cuaderno de bitácora;
hay cicatrices más hondas
que aún no se traducen,
lo sabes,
no intentas entender,
como no entiendes el rencor domesticado
que adviertes en los ojos de tu gata,
es más agreste el discurso,
pero también más simple,
como las aromadas torres de humo
que levanta el romerillo en la cocina,
todo tan simple
como creerse ala en los andamios,
como borrar la soledad en un papel,
como apostar la esperanza en un orgasmo,
esta mañana vences
la ambigua emoción del laberinto,
el engañoso tedio de los campanarios,
la maquillada violencia del otoño,
esta mañana asistes a la venganza del
reloj,
eres un péndulo dislocado en el abismo,
un sol envenenado de geranios,
un aprendiz alucinando en la certeza.
Esta mañana es acaso el capricho de tu fe,
la cara inocente de tu astucia,
tu única verdad.
Minerva Pérez Corcho
DIATRIBA PARA ALEJANDRA
ahora lo entiendo criatura de alcanfor.
habrías muerto cualquier otro septiembre
en el envés de un poema sin hilaridad
que como un tango asestaría un golpe
bajo a tu cuesco de braza estática.
sobre el pizarrón la noche dibujó el pájaro
oscuro
que
graznaría el fin de tu calendario y ya no lograste
reconfigurar tu piedra de locura
no soportaste mirarte al espejo no supiste
qué hacer
con ese miedo al miedo que te aventaba al
vacío.
la noche se astilló de estrellas
y no querías dormir con tus fantasmas
y te aterró la promesa de los insomnios
y te estremeció el recuerdo
de las negras mañanas de sol cuan¬do eras
niña.
por eso sacrificaste cada letra de cada
verbo tuyo
como lo haría una muchacha que halla la
máscara del infinito
para
no conformarse con la sola idea
de ser una rota marioneta que sonríe triste
bajo un paraguas celeste.
ahora lo entiendo criatura de alcanfor.
solo ahora lo entiendo.
Hubert Gil Cambra
DIAGRAMA DE FLUJO
Hay un maniquí de mujer en la vereda.
Está parado. Apoyado en la pared.
Lo pusieron ahí para que alguien se lo
lleve.
Yo me lo quiero llevar
Pero,
quizás es un heraldo.
Le falta el brazo izquierdo.
En su lugar hay un agujero
como si le hubieran arrancado algo.
Si adentro hicieron nido los bichos, no sé.
Puedo tirarme de cabeza
y entrar a su cuerpo por ese lugar
y ver que hay adentro.
Quizás haya una pileta de agua azul,
con mil cuises flotando.
También puedo sentarme al lado y esperar
que alguien quiera besar
el querido tarlatán del que está hecho.
María Fernanda De Marco Montes
Gracias Anita y a tus poetas invitades. Abz, Gus.
ResponderEliminarMuy buen aporte Ana. Magnífico homenaje del cubano a nuestra admirada Alejandra. Su poema es rutilante desde el comienzo hasta su (para mí, aparente final): "ahora lo entiendo criatura de alcanfor..." Guau! "la noche se astilló de estrellas y no querías dormir con tus fantasmas". Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarMe encantaron Anita !!!
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