MAGDALENA
Me han apuñalado tantas lenguas
un montón de ellas
se han repartido mi nombre
lo trituraron varias dentaduras.
Lo repartieron tanto
que fui
la adúltera que escapó de las piedras
la que vendió su rosa desgajada
allí donde el pescado y el pecado tienen el
mismo olor.
La que derramó en los pies de aquel
el perfume y las lágrimas
y hasta dijeron que fui
la que lo besó en la boca.
Tal
vez fui todo eso
y sin duda fui mucho más que eso.
Yo besé todos los estigmas que me amaron
lo
acompañé
en la noche más oscura
en el sepulcro más frío
en el amanecer más blanco.
Me dejó como herencia
una huella con la cifra de la vida libre
un resplandor
que me embargó el cuerpo
una confidencia
de luz inexplicable
© Matías López
Como siempre, Matías, profundamente inenarrable...
ResponderEliminarGracias ☺️🫂♥️♥️
ResponderEliminarHermoso poema de amor erótico con sentir femenino
ResponderEliminarBendición a la mujer de Magdala. Bravo Matías! Alfredo Lemon
ResponderEliminarhermoso poema.
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ResponderEliminarTu trabajo es hermoso. Hay en el Libro de los mitos, tanto. Una profundidad que cada palabra traduce en belleza. Un placer enorme cada vez que te leo o escucho.
Lily Chavez