LA ESPERA
(A un príncipe gálata herido por una flecha)
No sabe cuándo el instante oscuro
penetró en su cuerpo,
materia de un desierto vano.
No sabe si su rostro
de húmeda sombra
devela el invisible
golpeteo de la muerte.
Pero la sangre abre su cauce
como una despedida
de
animal herido.
Lejos, estaría ella
bajo el árbol de siempre
buscando en el cielo
su estrella o el pájaro ritual.
Si tuviera su mano,
sólo la mano,
sentiría la estrella
por
última vez.
Alza la cabeza y
¡Cuántos
sufrientes!
La Cruz aún no había llegado.
Quizás ella lo vista
con pequeñas flores blancas.
Por eso no teme y espera, espera.
*Inspirado en la escultura “Gálata
Capitolino” existente en el Museo Capitolino de Roma
© Amalia Mercedes Abaria
Pintura de la autora del poema
Ay Gustavo, qué emoción ver ese poema en tu blog! Y esa pintura que tanto trabajé y ahora es tuya! Abrazo grande y gracias infinitas!!!
ResponderEliminarFelicitaciones por la pintura y el poema que la acompaña (y viceversa). Alfredo Lemon
ResponderEliminarMuchas gracias Alfredo!. Amalia
EliminarUna belleza la pintura y el poema, maravilloso. Gracias, Irene.
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