Sobre las botellas apiladas, sobre el
descendimiento de la luz en los vidrios la mirada del ciervo como un puñal de
flores, un ojo que penetra y rodea lo obvio de belleza. Es esto lo que mueve
acaso la mañana y la impulsa a seguir hacia adelante. Es cierto que rodeas ese
cuerpo animal con tus brazos quemados por un fuego de aceros y de yunque, de
errancia con sus culpas. Y tal vez ella signifique la lluvia, el asombro
incipiente que limpia e inicia la germinación. Este comienzo seminal de la mirada.
© Luis Luna
Hermosas imágenes transportadas por el fraseo musical. Gracias!!
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