RODAR LA PIEDRA
la vida busca el cuerpo
lo habita
enciende la llama
la música el latido
el sollozo el grito
el hambre la sed
caminar
el trajín es largo
saber que el aire es
necesario
que el pecho enfrentará
tormentas y tormentos
como el rey de Efira
rodar la piedra
a cada paso de sudor
y para siempre.
© Susana Giraudo
inmensa humanidad abarca este poema. sabés, sabemos rodar la piedra. y todo dicho con el esplendor de tu fino estilo. susana zazzetti.
ResponderEliminarExcelente! Nos recuerda nuestra precaria condición de Sísifos. Alfredo Lemon
ResponderEliminar