en el claro del bosque
te deslumbra ese sol:
calienta tus huesos
y te hace olvidar de parte de la piel
y también, de parte de la lengua:
y la memoria del astro de maíz
del cuerpo aguas abajo
hace de la maraña en tu boca
un montón de fragmentos
bailando ante el sol
en el claro del bosque
el sol calienta tus huesos:
escuchas como el colibrí
viene
con las islas redentoras
en su boca
desde el fondo de ese tiempo
desde el fondo de ese sueño
de las reflejas criaturas
ya no hablando
sino perdurando
en las aterradas lenguas
© Ariel Ovando
Belleza y contundencia. Más que justo el vuelo en la ilustración de Gustavo. Gracias! Alfredo Lemon
ResponderEliminarMe alegra saber que mí poema tiene sus lectores,: muchas gracias (Ariel Ovando)
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