De la Babel antigua
tengo la piel
de la muralla china
la columna vertebral
del viejo Cuzco
las heridas y el origen…
se extinguen en un nirvana propio
entre las hojas
que perdí
en la tormenta de otra vida…
Cuando bebía las virtudes
de tus labios
cuando mirabas al desnudo
la carne trémula
y la sangre
cuando entendías
todos los idiomas
de mi lengua
y no hacía falta abjuración alguna.
© Patricia Cuaranta
Muy bueno. Estilizado y profundo poema. Alfredo Lemon
ResponderEliminarMuy bueno! Me encantan las imágenes a las que nos trasladan tus versos.
ResponderEliminarMuy Bueno!!!!!
ResponderEliminarPoema de fuerza impetuosa e insoslayable.
ResponderEliminarCristian Jesús Gentile