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3/3/23

Poema de María Casiraghi

 


EPÍLOGO DEL CÓNDOR

 

En los extremos de mi cuerpo

vive un instrumento que no tiene nombre

pareciera que es garra

cada dedo una nota

y una ira vieja en cada uña.

 

Si camino provoco melodías inútiles

teclas negras

son mis alas cuando abro los ojos y me lanzo al día

y en mi garganta

las teclas blancas

cantan a mi pesar

para todo el público.

 

Soy el silencio

soñando ser alguien en la música

una palabra dicha a tiempo

esa que salva a los humanos

justo antes de tirarse desde el puente.

 

El día es vasto

y muevo la cabeza

la giro, la revuelvo, y después la zambullo en la carroña.

 

En mi sombra también soy cóndor.

 

La oscuridad

si vuela

puede alumbrar el mundo.

 

© María Casiraghi

6 comentarios:

  1. Poema de alto vuelo... Alfredo Lemon

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  2. "La oscuridad, si vuela, puede alumbrar el mundo"

    Tu manera María, tan clara y profunda a la vez. Me encantó.

    Gladis Domínguez

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  3. María querida, con tu poesía dejas siempre ese gusto a vida, que no cualquiera deja.

    Susana Giraudo

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  4. María querida, con tu poesía dejas siempre ese gusto a vida, que no cualquiera deja.

    Susana Giraudo

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  5. Me encantó tu poema María! Silvia Durruty

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  6. PROFUNDO POEMA Y AMPLIO COMO UN VUELO.
    ANAHI DUZEVICH BEZOZ

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