Me volví a enamorar,
lo cuento ahora que es temprano
que estoy viejo
que al final del día se agota mi memoria
me doy cuenta porque riego el jardín,
es imposible y absurda esa tarea de no estarlo
el deseo irrumpe y conquista mis propios
restos
y algo frágil o sutil
me inunda de una antigua belleza
ya sé que es triste la belleza
porque se agota
porque cabe en el vuelo del párpado
pero soy en la unidad tenue y vencido
soy tan fácil
el solcito del patio me dice
que una jornada es el arquetipo de una vida
y un té misterioso me devuelve y desperdiga
en esta mesa con mantel y silencio
no es la primera vez que me sucede
sobreviví al fundamento de sitios poderosos
que no alcanzaré
pero ya no me desvelan otros cuerpos otros
sitios
ni me pregunto qué otras cosas habrá
más allá de esta mesa con mantel y silencio
aprendí que el amor
es como una nube al que cada uno le
encuentra una forma
y en esta ambigüedad y esta distancia
es válido
desplomarme como un dios sin esqueleto
por este corazón
que se apropia de todo
que se despoja todo.
© Fabio Cardarelli
Muy bueno Fabio. Dardo
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