Materiales
Para escribir
a mí me basta
echar mano a lo cercano:
algún ángel desterrado,
un demonio arrepentido,
un beso suspendido,
unos ojos atrevidos,
un gesto
inacabado,
una tropa de delirios,
un caballo desbocado,
un borracho, una guitarra
un juego de payana,
un aguacero, una fogata,
una plaza solitaria,
una casa abandonada,
algún perro callejero,
un atisbo de ternura
o alguna escueta
noticia de la muerte.
Para escribir
a mí me bastan,
una hoja de papel inmaculado
o una sencilla servilleta
con un beso de rouge en el orillo,
un alfabeto completo,
un par de comas, algún punto
y unas barras inusuales.
Así escribo
palabras oxidadas,
sonidos mojados de placenta,
pausas de todas las texturas,
unas cuantas metáforas
de barro, luna o árbol,
unos versos con ecos de madera,
una liturgia profana,
un salmo, una oración,
un himno simple
con aromas de pan
o de mujer.
Con esos materiales,
escribo,
soplo el fuego,
enciendo farolitos,
despliego banderines,
golpeo los tambores
y dibujo estrellas
en la cara del silencio.
© Daniel Tomás
Quintana
Bienvenidos esos destellos que iluminan tanto por decir! Alfredo Lemon
ResponderEliminarPrecioso poema , muy buenos tus" materiales poéticos" querido amigo
ResponderEliminarLeonot Mauvecin
Gracias, Leonor!
EliminarGracias, Leonor!
EliminarMuy buen ritmo para un largo poema, abrazos.
ResponderEliminarGracias por tu lectura, Susana! Abrazo!
EliminarMaravillosos todos esos materiales y herramientas para escribir, tu poema expresa que están ahí, al alcance de la mano y que solo se requiere ese ojo abierto al asombro de lo que está a nuestro lado y que muchas veces no vemos.
ResponderEliminarUn abrazo
Juany Rojas
Muy bueno Daniel. Dardo
ResponderEliminarMuy bueno Daniel. Dardo
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