LECCIÓN DE ANATOMÍA
Inclinar la cabeza
hacia atrás,
hacia muy atrás,
hasta perderla,
hasta que caiga por la espalda
y quede en el suelo
simulando un hombre
que ha sido enterrado hasta el cuello.
Después sentarnos sobre ella,
y comprender así
los oscuros vientos del amor.
© Daniel Gayoso
Hermoso poeta. ❤🦋Graciela Ballesteros
ResponderEliminarGuau, de diez!
ResponderEliminarSaludos
Anahì Duzevich Bezoz
Muy bueno y fuerte poema. Gracias por compartir.
ResponderEliminarMuy buen poema.
ResponderEliminarGracias.
Ana Ronano.
Este poema tiene un aire, hasta una respiración y un cierre al modo de los poemas de Juarroz. Me gustó.
ResponderEliminarBellísimo
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