mientras el domingo
alcanzaba el desayuno
madre dejaba al remojo
mi ropita
y tu camisa
tu pantalón de grafa Ombú
con brazos de gigante
fregaba
contra sus muslos contra la piedra
y agua mojaba a ella
la perra
las baldosas que hervían de sol
después colgaba en la soga
lo tuyo lo mío
nos disponía uno junto al otro
en un intento de unión
y yo miraba sobre el pasto
las sombras descuartizadas
jugaba a probar talles
en los que no cabíamos
bajo el goteo
ponía tus borcegos punta de acero
para vestir a un hombre
que no quería ser
© Sebastián Sosa Ojeda
Bienvenido Sebas a éste sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos/as. Abz, Gus.
ResponderEliminarBELLEZA. BELLEZA
ResponderEliminarPrecioso desde su sutileza, gracias, Cleo.
ResponderEliminarMuy bello, del comienzo al final. Todas las imágenes. muy bueno!
ResponderEliminarun gusto leerte Sebastián
gracias
norma starke
Bienvenido Sebastián un poema sutil y con muy buenas imágenes.
ResponderEliminarAbrazo.
Ana Romano.
Bienvenido!!
ResponderEliminarMariel Monente
¡Bienvenido! Muy bueno. Cuánta dureza dicha de modo sutil.
ResponderEliminarconmovedor tu cuadro familiar. de excelencia! susana zazzetti
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