Albricias
A Lucía
Como un don o como la retribución de un don
cual una fruta presentada en un ritual
simplísimo
la niña ha entrado en la casa, lo ha
visto todo con su escuchar,
todo lo ha oído con su ver y así
tan atenta al universo
que acababa de crear
el primer día
(en el principio era la tiniebla y el
espíritu de Dios flotaba
dulcemente, en posición fetal, bajo la faz
de las aguas)
hágase la luz
ha dicho
sin apelación a ningún significante
y nos hemos comenzado otra vez a existir
briznas de su costilla,
depuesta la flamígera,
la desnudez desnuda,
su greda fresca, el jardín
recién regado.
© Gabriel Chávez Casazola
qué precioso génesis, Gabriel. Estado puro de la ternura.
ResponderEliminarGracias
te abrazo
claudia
Gabriel qué bello poema. Pensaba al leerlo en las formas que elegís. El uso de formas como :" su ver, su escuchar, "nos hemos comenzado otra vez a existir" le dan una extrañeza como de creación del mundo o del lenguaje.
ResponderEliminarSaludos.
Maju Druille