28/1/23

Poema de Marx Bauzá

 


La bala.

 

La bala no sabe de trayectorias.

No conoce su destino.

Ella no determina,

sólo hace.

Ella es apenas artilugio para la muerte.

Es eyectada por el gatillo.

Avanza firme

en dirección a un cuerpo.

Otro cuerpo reacciona.

Se mueve e intercepta el proyectil.

 

La bala huele a pólvora.

Ahí va.

Atraviesa el cañón.

Un parpadeo / Un latido

veloz / feroz.

 

La vida y la muerte giran en el tambor.

Golpean / Pulsan.

Estremecen.

 

Ella se mece a un ritmo finito y seductor.

Atraviesa la ropa.

Estallan las fibras de colores.

Ceden las capas de piel.

Ella perfora,

se incorpora / penetra.

Se adentra allí en la carne.

Se hospeda adentro en un suplicio.

¡Duele!

 

La bala no distingue ideologías,

no sabe de edad o de géneros.

Ella no interpreta.

No sabe de solidaridad.

Ella es una máquina

de destrucción y de luto.

Ella, funesto transporte

a donde no hay retorno.

Fin / Aniquilamiento / Defunción / Ruina.

Infinita tristeza y melancolía.

 

© Marx Bauzá

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2 comentarios:

Blogger graciela elvira ha dicho...

Qué buen poema..❤️🦋 Graciela Ballesteros

28 de enero de 2023, 13:36  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Una increíble enumeraciones.
Felicitaciones
Marilyn

28 de enero de 2023, 18:30  

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