Poema de María Lanese
Como en un sueño, cuando todo estaba
perdido
Zurita me dijo que iba a amainar
porque en lo más profundo de la noche
había visto una estrella.
Raúl Zurita
Tiempo que
pesa
como lenguas muertas.
Resisto
apretando
silabeos tortuosos.
¡Ah!
¡Entrañas sin ofrendas!
meses que ordenan unos días
prolijos, avaros, mezquinos
y tutelan nidos sin futuro.
¿Donde exhumar un puente
que arrime a las orillas del amor
umbral de toda fluidez
para que abrase este cauce
que ya no
causa?
Deduzco entre dientes
que el hallazgo
de
palabras precisas
será la recompensa.
Es que no hay piedad
para los nacidos en invierno.
Solo paciencia, o la esperanza
de algún rayo de luz
que conduzca al calor del corazón
mientras palpita.
© María Lanese
Etiquetas: María Lanese
2 comentarios:
Bravo María, intensas imágenes. Destaco "Es que no hay piedad/para los nacidos en invierno". Excelente remate.
Excelente poema bajo la guía y el epígrafe del gran Zurita. Gracias María, Alfredo Lemon
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio