Y cómo no amarte, si fuiste la insistencia
del manzano en perfumar sus frutos.
La coincidencia de paisajes que avistamos
estando cerca, sin saberlo.
Cómo no amarte cuando, sin querer
nuestros vientos de abismos giran la veleta
a
similares convicciones, hacía el mismo norte.
Cuando, la palabra y sólo ella
nos declara pactos, sin fechas
y la confianza es el sello.
Cuando, nada nos ata ni nos separa
porque, cada uno está en su punto
de esa curva línea de destinos diferidos,
donde sólo la comprensión, nos acepta
y, nos descubrimos a diario con un símil
pensamiento y actitudes para la vida.
Imposible entonces, el olvido más allá
de las circunstancias, porque nuestras
vidas
acontecen desprendidas, ante los designios
entre el ayer, el presente y el siempre,
pero
a nuestra manera...
© Adela Margarita
Salas
muy bueno.Saludos
ResponderEliminarBello. Cúanto amor!!!
ResponderEliminarBello, bello Margi, abrazo.
ResponderEliminarAnahì D.B