HIPNOSIS
Se me cayó, una vez, un pedazo de tiempo en
un charco,
me agaché, vi pececitos de lluvia
nadando enardecidos me arrodillé, me senté
sobre los talones y me encontré envuelta en la interacción de mi sombra
con los círculos concéntricos del agua
ensayando
rituales;
al primer parpadeo estuve fuera, me
arremangué
metí la mano en el agua turbia
tibia
por escasa
para atraparlo pero
no hay tiempo más ladino que el que tiene
cuerpo y entonces decidí dejarlo ahí transfigurándose a la par de las
maravillas insípidas.
Hubo un tiempo que fue hermoso y duró lo
que la hipnosis de un charco… mucho, todo.
La eternidad de un verso.
© Silvina Vuckovic
Espléndida hipnosis que provoca tu poema Silvina. Que perdure su emoción! Alfredo Lemon
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Alfredo y muchas gracias, Gus querido, no lo había visto! Me encanta la foto. Abrazos para ambos
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