Somos tantos
El lugar dónde todo escasea
donde hay muchos para compartir lo poco
la espera es la suerte diaria
en la marañas de ruidos y voces
se ensancha el hormiguero humano
se abre por cada calle,
se estira y se enlaza en cada vereda
filas de hormigas humanas a la intemperie
voraces y calmas aceptan el destino,
la suerte fue echada
y somos tantos tantos tantos
que la verdad enlaza el tiempo
muerto en cada espera:
sacar un turno
tomar un colectivo
sentarse en un banco público
todo es largas filas de humanos hormigas
con sus bolsas y niños
con sus sueños a cuestas,
zapatillas gastadas de tanto andar
para llegar a dónde
para llegar cuándo
para llegar al refugio cálido
una familia
una casa
una mesa amiga
una silla
el descanso
un sueño compartido.
© Romina R Silva
Qué bueno Romina. Humanos hormigas cargando el peso de vivir y seguir buscando/ esperando algún refugio. Tu poema lo ha sido. Saludo desde Córdoba Alfredo Lemon
ResponderEliminarLes humanes hormigas sufren. Y también viven a fondo mínimos resquicios de alegría que, raramente, son individuales.
ResponderEliminarHarán la revolución algún día.
Y amanecerá.
Gracias, Romina por nombrarlos,
decirlos 💕
Verónica M. Capellino Rando
Gracias Romina, tus palabras sobre hormigas aguardantes, necesitan la ESPERANZA de un Oficio y un Trabajo, que pongan pan sobre la mesa y alegres campanitas en el alma. Ayer nació un Colegio de Oficios en Máximo Paz, hormiguero si los hay en el distrito. Besos de Ebert Wentinck!!
ResponderEliminarRevelador poema, el peso de la existencia dentro en una rutina abrumadora. Quizás la multitud pueda detener el paso para ver por donde respirar
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