LA CAJERA DEL SÚPER
Chaqueta azul y pantalón
también color crepúsculo
la cajera del Súper.
Le enloquecen los dedos
hormigueros de números hambrientos.
Todavía quizás
no le duelen los pies
ni la sonrisa.
En
una de esas
puede hoy rendir pronto
la
caja
y huir como
sintiendo a sus espaldas
las botas rojas de un incendio.
Siempre es posible
que algún jefe
se embosque a la salida
en su automóvil con silenciador.
Tal vez
le arde ya en la cintura
el hijo no buscado
y otro la espera en casa
para untarle con sol el corazón.
Acaso
mientras se escurre en las chinelas
se suelta el pelo y canta.
Ojalá
Un acento feudal no demande la cena
Tamborileando el vaso en el mantel.
¿Y si se atreviera a soñar
la cajera del Súper
que cambiará de dueños algún día
el cruel supermercado del planeta
y que por fin ella sonreirá a la gente
junto a la caja
como una concertista de pie
junto a su piano?
En una de esas
el forjador supremo
se harte de ser narciso de su creación
y descienda los ojos a la altura
de los que tarde han comprendido
que son para los otros
las dádivas del cielo.
© Osvaldo Guevara
No hay manera de que no emocione, con sólo un poquito de sensibilidad social que se tenga...
ResponderEliminarPoema antológico del gran Guevara. Pleno! Alfredo Lemon
ResponderEliminarTan hermosos los poemas de Osvaldo!!
ResponderEliminarCuánta experiencia de vida y sensibilidad.
ResponderEliminarLa tierna, sabia mirada de Osvaldo Guevara. Todo lo que toca lo hace latir. Gracias poeta
ResponderEliminarMuy bueno! Sensible poema!
ResponderEliminarPatricia Alonso.