VIII
En estas intemperies
quien persigue un ave
se exilia de sí mismo.
Es un triste que no puede verse hombre
un
hombre que no puede verse triste.
Por eso se le acerca
con lentes, con lupas, con disparos
creyendo que sólo por volar, las aves son
felices.
Pero no caben, juntos, el triste y el ave
en el reflejo del lago
su sombra
eclipsa nuestra sombra
y todo lo que éramos.
El aire no alcanza
La tierra no alcanza.
El infinito
(de quedarse solo)
tampoco soportaría la eternidad.
© María Casiraghi
Inmenso. Se eleva y tiende a lo inabarcable. Alfredo Lemon
ResponderEliminarExcelente poema María. "El infinito (de quedarse solo) tamoco soportaría la eternidad. Bellísimos versos.
ResponderEliminarVilma Sastre
Hermoso poema María. Gracias...
ResponderEliminarAplausos!!
ResponderEliminarEl infinito
ResponderEliminar(de quedarse solo)
tampoco soportaría la eternidad.
Excelentes versos, imágenes, lenguaje lírico y desgarradr. Bravo María.
Vilma Sastre