Páginas

2/12/22

Poema de María Casiraghi

 


VIII

 

En estas intemperies

quien persigue un ave

se exilia de sí mismo.

              

        Es un triste que no puede verse hombre

 

               un hombre que no puede verse triste.

 

Por eso se le acerca

con lentes, con lupas, con disparos

 

creyendo que sólo por volar, las aves son felices.

 

Pero no caben, juntos, el triste y el ave

en el reflejo del lago

 

su sombra

eclipsa nuestra sombra

                y todo lo que éramos.

 

El aire no alcanza

La tierra no alcanza. 

 

                   El infinito

                  (de quedarse solo)

                  tampoco soportaría la eternidad.

 

© María Casiraghi

5 comentarios:

  1. Inmenso. Se eleva y tiende a lo inabarcable. Alfredo Lemon

    ResponderEliminar
  2. Excelente poema María. "El infinito (de quedarse solo) tamoco soportaría la eternidad. Bellísimos versos.

    Vilma Sastre

    ResponderEliminar
  3. Hermoso poema María. Gracias...

    ResponderEliminar
  4. El infinito
    (de quedarse solo)
    tampoco soportaría la eternidad.

    Excelentes versos, imágenes, lenguaje lírico y desgarradr. Bravo María.

    Vilma Sastre

    ResponderEliminar