Poema de Mariel Monente
Casi no hay hambre
las pequeñas manos recogen flores amarillas
entre los juncos.
¿Cuál será el sabor de los pétalos,
de su corola liviana?
Al paladar se pegan
por el lado áspero y dulce
queda el sabor amargo del polen
que ya no podrá engendrar
ni ser viento.
© Mariel Monente
Etiquetas: Mariel Monente
8 comentarios:
Espléndido. Tu pregunta nos anima a sentir (y pensar) la degustación esas flores. Gracias Mariel. Alfredo Lemon
Sutil belleza Mariel. Abrazo
lo veo Mariel! Glo Calvo.
Un poema con la delicadeza de esos lirios del campo,
Gracias 😊
Bello BELLO
Bellísimo
Bellísimo
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio