10/12/22

Poema de Ana Lema Colangelo

 


PENSIÓN DE SOL

 

Nunca fui

y bebí todo mi dinero,

como por última vez.

El bar: casi vacío

pocas personas se emborrachan

los lunes.

 

A veces me entretengo contando estrellas

a través de la diminuta ventana de la habitación,

tiene las dimensiones de las ventanas de las cárceles.

 

Como las manchas de sangre adheridas sobre el piso.

La dueña dice:- no es nada-

otras, suspira.

 

Mañana por la tarde

alguien regresa

y deberé partir.

 

Desde la cantina vecina

se filtran gritos,

devela falsa compañía;

también se acoplan sabores: paellas oleosa, supongo

carnes asadas y también huelo mariscos...

 

Por el hash embriagada

me adhiero los auriculares.

Oídos sordos para Sinnead O ' Connor, tal vez sea Oasis

y el silencio aturde.

 

Mastico puñados de avena

cruda,

del paquete que compré esta mañana en al feria.

Apenas unas pocas pesetas.

 

Amanece

tan oscura en el país de los claros

tan engullida de noche.

 

Una laminilla de acero mordiente

sé que es ajena a mi sangre,

sin embargo, logra derramarla.

 

© Ana Lema Colangelo


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