Tañi lewfü
Mi río no tiene un palmar sin orillas
ni los sauces tienen aura.
Mi río tiene un encaje raído
de recreos sindicales vaciados
y hombres arrojados a sus fauces
en vuelos nocturnos.
Mi río tiene la atmósfera enrarecida
de La ribera de Enrique Wernicke donde
“las ramas de los sauces,
acostadas sobre el agua,
parecen los cabellos desgreñados
de un gigante que se ahogara”.
Mi río tiene el color de las chapas
oxidadas
de la corriente paralela que forman las
villas
Tranquila, Rubencito, El Zanjón,
El Molino, el Miguelín.
Mi río es una pampa de agua
donde mis ojos cabalgan.
Tañi lewfü: mi río
© Martín Raninqueo
Duele. Pero la resistencia aguarda y es paciencia originaria. Tal vez algún día...
ResponderEliminarPrecioso poema desmitificador del río y su romanticismo.
ResponderEliminarAbrazo y me uno a tu deseo de más justicia.