Miren ese cuerpo que cruza buscando el
tiempo de la infancia
miren el agujero en el pecho abierto a los
pájaros y a los vagabundos no miren los puños apretados luciendo una rabia
añosa
ni la tajadura en la frente
ni a sus pies cansado de buscar
miren los secretos que arrastra
las preguntas sin respuestas
y vociferen como un tifón hasta romperle el
tímpano
que no escuche que su corazón no late.
© Ernestina Elorriaga
Me gust{o tu poema Ernestina.
ResponderEliminarAna Romano.
Siempre estremece leerte Tina.
ResponderEliminarGraciela Ballesteros