Poema de Raúl Pignolino
TAREA
Minuciosamente
Me debo a las palabras
Con la tozudez de un esclavo
Que reniega de su libertad
Pasan los días
En esta orfebrería laboriosa
Y a la vez impaciente
De martillo y buril
De piedra y sombra
Con La piedad ansiosa
Del que espera
Que Dios le dicte un sueño
©
Etiquetas: Raúl Pignolino
2 comentarios:
Las palabras, misterioso desencuentro que nos envuelve de enigmas
"..Que Dios le dicte un sueño..." certero remate. Fuerte poema
Éxitos Raúl
Cristian Jesús Gentile
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