SENECTUD
se agota la hierba de la estrella
la vida se acomoda en un sumidero que
palpita
no se puede escapar del frío
ni de la edad oscura que golpea las
bisagras
no se olvida el semen del amor que fue
ni el chasquido fogoso del brocal
los días y las noches suceden en vértigo
una impermanencia de huesos
hostiga la grulla del aire
que
multiplica sus exequias paulatinas
no quiero envejecer ahora
no seré yo la que pierda lozanía
no seré la que no puede
no seré la senil
no seré la que salte
del caballo negro de tu vientre
¡Ay! demonio mío
a la cavada inmensidad.
© Mirta Venezia
Hermoso poema Mirta!!
ResponderEliminarAbrazo
EliminarPotencia y sentimiento en tu magnífico poema Mirta. Alfredo Lemon
ResponderEliminarAlfredo Lemon gracias por tu afecto siempre
ResponderEliminarComo decís vos, un poemazo, Mirta y ese final...poderoso.
ResponderEliminar"una impermanencia de huesos
ResponderEliminarhostiga la grulla del aire"
❤
Grande, muy grande.
ResponderEliminarRebeldia. Me llega.
ResponderEliminarFELICITACIONES. Me atraviesa.Sj
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