Si el rostro se inmuta
será necesario casi un abismo
responder el acertijo.
Es sabido que el hambre
pasa por lo llano como un cascabel.
Fijar el horizonte
entre cáscaras de algo.
Algo habrá sido,
en cuestiones de yuyos
el ajenjo juega a ser caricia.
Episodio cotidiano:
ella parte migajas
entre garras de polvo
mientras cuervos revolotean
aquellos cuerpos
ya
sin intenciones de volar.
¿Cómo sentir hambre
en el cuerpo ajeno?
© Liliana Mainardi
Conmueve el final de tu poema y deja pensando: "¿Cómo sentir hambre en el cuerpo ajeno?". Gracias, Alfredo Lemon
ResponderEliminarPrecioso Liliana 👏👏👏👏
ResponderEliminarPrecioso Liliana 👏👏👏👏
ResponderEliminarMaria Gabriela Micolaucich