Esta mañana
Maderas acostadas por la lluvia y el viento
guardan mi corazón como un silencio
y no me importan mis dudas ni mis ansias
si no otra hoja que cae con el viento
y ese golpeteo de gorrión en la mañana
para ponerme a resguardo bajo techo,
mientras la poesía se mezcla entre las
chapas
y deja las hojas y al gorrión al
descubierto.
Es ahí cuando el poeta se calla
y que los damnificados de tanto mal hablen
por ellos.
© Juan Botana
Muy buen poema, Juan
ResponderEliminarHermoso.
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