Ecografista
Ahí empieza de nuevo,
como todos los años,
hablando perturbada
del aire con el aire,
es decir, con la foto
que tomé de su vientre.
Me acerco, quiero oír,
y me quedo espantado
porque escucho una voz
que parece venir
de la hoja en su mano:
Tranquila, sigo acá, que ellos escriban
lo que quieran, nosotras conocemos
la verdad: hay tejidos que persisten,
partículas que siempre van a ser
boyas del dolor.
© Daniela Camozzi
Inquietante poema Daniela, sugiere mucho. Gracias! Alfredo Lemon
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