El olor a aceitunas verdes me llega
punzante desde la bolsa con pis que cuelga de tu cintura. La bolsa de plástico
está siempre caliente porque es una vejiga portátil. Nadie puede sacar el olor
a los fluidos que hay en las clínicas y hospitales. Por más que hombres y
mujeres laven y laven con lavandina los pisos y las paredes, o tapen con
perfumes el movimiento interno de los órganos, los cuerpos siguen largando su
rocío, inundando las camas, el piso, los pasillos.
© Verónica Pérez
Arango
Belleza en la dura descripción de imágenes!
ResponderEliminarBesosss
Impacta! 👏👏👏👏
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