Poema de María Cristina Chiama
Nanas del refugiado
La cebolla es escarcha/ cerrada y
pobre:/escarcha de tus días/y de mis noches.
Miguel Hernández
1
Peregrino doblegado por el hambre
los pies encallecidos
sin plantas
ni talones
ocupante de humedades y sótanos
intento de navegante devorado por el mar.
2
Aylan Kurdi, no es justo que te nombre
no cabe el testimonio
la famosa foto lo fue por sí sola
¿la recordamos todavía?
Ya no habrá triciclos en tu vida viajera
ni darás la vuelta a la manzana
que es ancha, ajena, agria y lateral
para el que no tiene lugar
ni pala para cavar su tumba.
3
Dejemos de respirar sin ansias
como si hubiera emigrado el aire,
están las letras para escribir duro.
¡A no dejar el teclado!
Nana del que se aloja en la nada
nana por la ausencia de paz.
Encontrémonos por vez primera
en un abrazo primigenio
de humanidad.
Nana de los que se quedan
levitando sin suelo,
sin familia, sin casa,
sin espera de la espera.
Nana de la hendidura de la caricia.
(¿busco acaso escribir versos oportunistas
sobre el hacinamiento
en el mediterráneo devorador
o las fronteras calientes?)
Nana para la mujer partida
sin parto ni leche
después de las hendijas de sal,
nana porque no callemos nunca
sin un verso rotundo
para el viaje devastador.
Nana para el refugiado
exaltado por la oenegé,
el cine, la noticia, las oraciones,
pero abandonado por la historia.
© María Cristina Chiama
Etiquetas: María Cristina Chiama
1 comentarios:
Hermoso Cristina, muy sentido
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