Las palabras y las cosas
I
Mi lengua es la razón.
Pero las cosas se entregan
a su acrobacia.
Sortean la verdad con una mueca
de ironía.
II
Las palabras tratan
de llegar a las cosas.
Se acercan
en su espiral ascendente pero
no llegan nunca
a tocarlas.
III
Las cosas ascienden
entonces y elevan
a las palabras. Hablar
es un sublime kantiano.
IV
Llegada a la cima
la palabra se aclara. Ya
la cosa original no existe.
La palabra nombra
lo que renace.
V
Aun lo que no sé decir
lo que está fuera de mí
me pertenece.
Soy el corazón
de las palabras.
© Eduardo Mileo
Justa acrobacia de palabra y pensamiento en el decir de cada una de las partes de tu poema. Corazón del ser, encarnado. Muy buena entrega, Alfredo Lemon
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminarExcelente poema.Gracias!!
ResponderEliminarLeonor Mauvecin
Todo trepa en espiral hasta llegar a la superficie elocuente de tu palabra, poeta!!
ResponderEliminarSusana Giraudo