Poema de Elena Garritani
Casa III
Ajetreo de mudanza. Estreno casa,
una nueva forma de estar en el mundo.
La hornalla enciende el clima de hogar,
el fuego de los dioses de mi lado.
Nos vamos habitando.
Aquí puedo gritar, comer a deshoras, hablar
en voz alta, modificar el relato del pasado.
Morder la luna, mi plato favorito en la
intemperie.
Las dudas alcanzan los campos de la noche,
son un ladrar de perros infinitos.
Sabrán de mi ayuno, de mi licor de
lágrimas.
Paredes que retienen obsesiones, libros,
mi sillón preferido, las lecturas.
Mi mano toma las pastillas y apaga la
lámpara
por primera vez aquí en la piel de la noche
de este otoño.
Hijos y nietos llegan y se van, dejan
huellas,
acompañan.
Presumo de mi soledad habitada de amor y se
abre el hueco:
las fiestas de diciembre, los ojos que no
miran lo que siento.
La llegada de él, el tono de su voz, el
tiempo que duermo
acompañada. Juntos fijamos clavos, cuadros,
pusimos plantas,
lámparas, espejos. No le dije, quédate
aquí, vivamos juntos.
La soledad me ha ganado el alma, riego a mi
modo el jardín,
desordeno la ropa, de golpe una carcajada.
Mi perra me espera, le alegra mi regreso,
me mira escuchar
la radio, cenar sola. Adolece mi variado humor,
mi hartazgo,
mi domingo.
© Elena Garritani
Etiquetas: Elena Garritani
2 comentarios:
bellísimo poema Elena. Felicitaciones por la nueva casa!!
Graciaas Tere por tus deseos y tu comentario. Abrazo
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