JOSÉ MARÍA
Mi abuelo perdió una pierna. Luego, la otra. En honor a él llevo su
nombre. En honor a él camino por este pueblo que lo cobijó como si fuese el
suyo. Algunos piensan que soy sus piernas; otros, imaginan una silla de ruedas
en el rincón más oscuro de mi habitación.
© José María Pallaoro
Recuerdos que mantienen vivos a nuestros seres. Muy bueno. Un abrazo Graciela Barbero
ResponderEliminarOtra forma de poema circular. Muy bueno. Fabiana León.
ResponderEliminarLectura que nos dibuja sonrisas. !Gracias, José María -nieto y abuelo-!
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