TRES
Para Manon
Lo que importa es la ventana de las
azaleas.
Por ahí sí entra el sol.
Acá se combatió. Una espada ruda en la lengua contra la otra
parpadeando el deseo del agua mansa en el
filo de su orilla.
Era la Nada latiendo, recóndita.
Pero Ella irrumpía con el sol por la
ventana de las azaleas.
Me traía hechas girones las túnicas de los
endriagos,
deshiladas las imágenes largas de la noche.
Entraba de par en par y arremolinaba
siempre
las palabras sin amparo, esas que se
hicieron viejas,
las que no se fosilizan y que jamás se
lleva el viento.
© Virginia Segret
Mouro
Exquisito poema! Te abrazo, querida Virginia. Estela Porta.
ResponderEliminarVirginia, qué logrado poema. Es como zambullirse en letras con aroma a flores.
ResponderEliminarTanto que dicen, y que hacen pensar.
Felicitaciones y abrazo grande
Cristian Jesús Gentile