En un instante
perverso,
con la furia
del minotauro, tus palabras,
como aguijones
sin escrúpulos,
atacaron cruelmente
mi alma.
No soy Ariadna ni
Penélope.
Sin hilos dorados,
para atravesar
el laberinto de tus pensamientos.
Sin hilos plateados,
para tejer
y destejer,
tus desencuentros.
Sólo mis sueños,
mis aciertos, mis estrellas.
Mi luna hechicera,
mi sol apasionado, que me entrega Venus.
Y sé que
todo aquello etéreo,
que brotaron de tus labios,
tendrían que haber sido silenciado.
Zeus me susurró
que
resista a tus embates y siga
la Luz.
Siempre Adelante.
© Marilyn Zumbo
Muy bueno!!!
ResponderEliminarBuenísimo!
ResponderEliminarme encantó 💕
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