27/5/22

Poema de Jorge Valbuena

 


OUROBOROS

 

Ayer el mar talló la serpiente

para conferirle a la tierra algo de su levedad.

Olas que se fueran a poblar

el costado oscuro de sus ríos,

fundar en la roca un sinuoso rumor,

verter en el aire el limo de su aparición.

Así los días se apresuran voluptuosos

cada uno un sol

como un corazón que se resume

uno tras otro, ondulante

sobre glándulas de hierro.

El tiempo es veneno inmaculado

al fondo de una alforja de lava, sangre y viento,

el anzuelo del misterio duerme

intacto entre cenizas de luz.

Incuba otra eternidad,

otro desierto.

Cada respiro un cambio de piel,

los sargazos del estar

guardan la dificultad de lo vivido,

el destino de sus húmeros vigentes

engullendo la piedad del abandono.

Sobrevive la soga

se arrastra por entre los cántaros

sin rumbo, espora de lumbre, reptil de soledad,

aposento que no conoceremos

hasta que nos devore.

 

© Jorge Valbuena

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1 comentarios:

Blogger Sandra Escobar Ginés ha dicho...

Me encantó. La descripción, la fuerza.
Adoro los reptiles, además.
Excelente
SEG

29 de mayo de 2022, 16:01  

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