DOMINGO
lo que tengo es la voz
de tu palabra
este horizonte de tanto nombrarte
se hace sol en el invierno
y agua mansa en la tormenta
no llegas
y es mucho más que las sombras
mis yemas polvorientas dibujan a ciegas
el anden y la ventana
el sol
en esa quietud
observa volcánico
el margen perpetuo del fuego
y
duermo.
© Ernesto Rojas
muy representativas y bellas las imágenes. la ternura en la tristeza. susana zazzetti
ResponderEliminarQuerido Ernesto, la vos nueva de tu larga experiencia se refleja en este poema dónde la austeridad de palabras, deja entrever tu ternura natural.
ResponderEliminarSusana Giraudo
La poesía siempre es horizonte cuando nombra. Hermoso, Ernesto. Fabiana León.
ResponderEliminarMUY BUENO !! ABRAZOS
ResponderEliminarMuchas gracias!!
ResponderEliminarMe gustó Ernesto
ResponderEliminarGracias por compartir