LA CASA AZUL
DOS
Para Avril
No parecía azul esta casa. Fue de tímido
amarillo y
pardo rojizo su señuelo. Tierra y verde de
gorriones y niños
alborotando en la vereda. Pero esto es mera
descripción.
Hay algo más sencillo.
Lo que quiero decir, sentada ahora en la
cocina,
es Oscar llegando en andas de su música,
papá apoyando el maletín antes de su
elegíaca retahíla y su tabaco,
Avril ajena al miedo y a las brumas.
Avril un lago puro, un relámpago pequeño.
Quiero decir la perra, la luz, el aire.
Nombrar la blancura de los pasos.
El chasquido, la permanencia del beso.
Se fueron todos. También yo me estoy yendo.
Como si nada el agua cae.
Sucede que hoy, jueves, también está
lloviendo.
© Virginia Segret
Mouro
¡Qué maravilla de poema!
ResponderEliminarBellísumo!! "La blancura de los pasos"...Silvia Durruty
ResponderEliminarBellisimo!!
ResponderEliminarHermoso poema, Virginia, felicitaciones!! Esos recuerdos elevan el alma e invitan a continuar y sorprendernos!! ❤
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