kelps
en ese lugar del océano
dijo
hay bosques de algas
y los peces esquivan
troncos de cintura sinuosa
como paseantes
como transeúntes después
de ver un malabarista
de esquina
es en el borde atlántico
de África
siguió
ahí hay piedras
de los dos sexos
donde los buzos descansan
después de espumar el agua
bosques de algas
volvió a decir
con pastito de fósforos
que se encienden al paso
de los pulpos
yo escuchaba
en la superficie
entre los edificios
y tragaba el aire en silencio
para que nunca dejara de contar
© Marcela Minakowski
Me encantó la visión de esos dos mundos. Abrazo, Inés Legarreta
ResponderEliminarMaravillosa tu forma de ver poesía en lo cotidiano y la forma de encontrar esa mirada desdoblada que tiene cada uno del mundo. Besos
ResponderEliminarEl final me ha dejado en silencio... todo el poema es hondo. Gracias!
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