Por las ranuras
espío que no haya enemigos
no veo nieve afuera
aunque siento
como mi sangre se hiela
miro por la ventana
mis piernas tiemblan
cuando la noche
despierta con su ferocidad
con sus ruidos
con sus
monstruos
devorando cada rincón dela casa
por las ranuras se ven sombras
aunque sé que existe alguien que me protege
y no dejará que nadie derribe puertas
para atacarme.
© Ivana Szac
Muy bueno, Ivana. Elevaste a categoria poetica un hecho sórdido, lamentablemente muy actual y cada vez más frecuente. Un beso
ResponderEliminarFelicitaciones por haber publicado. Excelente poema que nos levanta muchas mirada, para mirar el lado cómico de nuestros desafíos diarios.te admiro.
ResponderEliminarHablar del miedo lo vuelve pequeño excelente!
ResponderEliminarCoincido con Susana de Iraola, escribirlo tan bien para alejar la acechanza por medio de la esperanza. Gracias, Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarBravo, Ivi!
ResponderEliminarqué buen texto, Ivi, para disfrutar y pensar. Besos, Ro
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