Poema de Gloria Arcuschin
Sueños donde
nos persigue una
sombra inmensa autoritaria.
Donde no podemos pedir
ni disponer de un espacio cómodo.
Oscura y humillada
la olla de barro
quebrada en añicos.
El violoncelo, en cambio,
tiene una voz que se expande
recorre, libre, el mundo
de los árboles.
© Gloria Arcuschin
Etiquetas: Gloria Arcuschin
5 comentarios:
Qué fuerte esa sombra inmensa autoritaria.
Y todo el poema. Por suerte también el violonocelo. Abrazo!!
Gracias siempre querido Gustavo por ésta bella edición del poema, que intenta destacar lo bueno del arte para la vida!!!! Abrazos!
Gracias por tu aguda lectura del poema, Susana! Por suerte también el violoncelo liberador y algunas otras creaciones humanas! Abrazos!!!
La sublime expansión sonora del violoncelo derrumba a toda sombra funesta!
Bello y hondo poema!
Patricia Alonso.
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