Poema de Ernestina Elorriaga
Devorado el niño que fuimos no hay regreso el
cielo es una rosa desnuda
la sangre
se va yendo
la mirada
se enturbia
se
emponzoña
sin embargo lluvia y árboles no cesan de brillar
devorado el
niño
los barcos no parecen secretos emergiendo del vientre de una ballena si
no vientos perdidos
y el sol una pepita de oro atrapada en el zumbido de la noche
en la vigilia
la mañana
es una ventana despedazada
© Ernestina Elorriaga
Etiquetas: Ernestina Elorriaga
1 comentarios:
Muy bueno Tina, te abrazo grande Alfredo Lemon
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