11/3/22

Poema de Flor Defelippe

  


Paseo Yugoeslavo

 

Subís el borde

de una escalera precaria

que da a una calle de otro barrio

al que no fuimos.

No hay fotos de ese día, como si de pronto

viviéramos ahí, abandonados

a nuestra condición

entre el mar, las gaviotas y su hambre,

las cabezas decapitadas de los peces

que vuelan de los barcos a la orilla y

sin tocar la arena se desintegran

entre las alas sucias y los picos.

 

Podríamos vivir así, te digo y te reís

pero pienso, verdaderamente pienso

que podríamos vivir así

durmiendo en el cemento cálido, protegidos

del frío de las gotas heladas

que rompen contra el muelle

saboreando las horas de la siesta:

una fruta jugosa y dulce que rebalsa en la boca.

 

Miento cuando digo

que me asustan estos días

donde nos quedamos con lo justo y lo preciso.

Quiero retener este recuerdo, anclar en este instante

guardarlo para siempre en la parte salvaje del corazón.

 

Podríamos vivir así te digo, otra vez, con insistencia

para que lo escuches y lo creas

para despertar el ansia que ahora sube

como un fuego descarado que nada podrá detener.

 

 Es tarde.

Caminamos otro rato: el puente, la plaza,

el cerro iluminado, la esquina de un bar.

Abrazados, nos atamos a una forma

tranquila del amor.

 

No hay fotos de ese día.

 

© Flor Defelippe

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1 comentarios:

Blogger valeverona ha dicho...

Ay, me encantó!

31 de marzo de 2022, 12:28  

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