NADIE DUERME EN EL DESCANSO ETERNO
1.
algunas noches
mi abuela Gados
me pronuncia
me reconoce con las yemas de los dedos
y me nombra
con los nombres de la infancia
la abuela ciega
que aromaba los domingos
con los cantos de su gente
matriarca de zarzuelas y toreros
eternidad que duerme
por las noches
mi abuela Gados
entra en la casa
bendice los versos que escribimos
y esparce algunas coplas en la mesa
y deja en la cocina
un racimo de historias inconclusas
para que amasemos el pan de las palabras
© Daniel Ruiz Rubini
Bello y sensible poema!!
ResponderEliminarGracias por compartir.
Tere Vaccaro.
Magistral, Dani!!
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