HAITÍ
Pronto
acabará el sufrimiento. Es el vaticinio con el que nos obsequian los testigos
de dios. ¿Ninguno de nosotros sobrevivirá? ¿Dejaremos, por fin, de sentir la
podredumbre de nuestros cuerpos? Yo sé que es cierto, que así será, que somos
los maldecidos de los hacedores de la tierra. La vida ama a los ricos de toda
ajena riqueza. El hogar, una fosa común.
© José María Pallaoro
Muy bueno, José María.(Y la elección de la foto.)
ResponderEliminarExcelente. Fuerte y real.
ResponderEliminardoloroso. real. susana zazzetti
ResponderEliminarPotente y conmovedor en su realidad, interpela. Gracias! Alfredo Lemon
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