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7/2/22

Poema de Sabrina Barrego

 


PAISAJES CON VACAS

no

yo no me fui

soy de los que se quedaron acá

oyendo el corazón de las vacas

Alejandro Schmidt.

 

Tu abuela se muere.

Luego reencarna en una vaca

que pasta frente a las vías del ferrocarril.

Entonces, dejás de ingerir carne

de cualquier tipo durante años

(aunque no sepas bien porqué).

 

Años después te leerán una runa

y te contarán la historia

de una vaca primigenia,

que, lamiendo hielo y sal,

reveló la forma de un hombre

al que finalmente liberó

(digo un hombre y no una mujer).

 

En Chernóbyl manadas de vacas

viven silvestres recuperando sus costumbres

en los bosques, entre el frio y la radiación.

En el momento de abandonarlas,

sus dueñas, que sobrevivieron a las guerras,

al estalinismo y a la tragedia, dicen

que las vacas lloraban, vieran como lloraban…

 

© Sabrina Barrego

4 comentarios:

  1. Bajo el epígrafe del gran Schmidt, tu poema conmueve y dice muy bien. Tu imaginación a full con talento y belleza. Estupendo! Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba

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  2. Trágico, y muy original poema Sabrina. No dudo que las vacas como otras tantas especias hayan y isgan llorando. Gracias.
    Maria Gabriela Micolaucich

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  3. Muy fuerte el poema Sabrina. Me quedo entre emociones encontradas. Gracias..

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  4. Tremendo...casi que me haces llorar como vaca abandonada...

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