Todo comenzó aquella tarde de invierno
la Santa Fe marcándome
el rumbo a tu encuentro
el bar convenido.
Las ventanas y mesas
-grandes como te gustanvestían centros
florales.
Por leer tu mensaje
anunciando que no llegarías
no percibí
lo rancio del ambiente
avant premiere de lo que traería julio.
Después, todo el desenlace
con la rapidez del diluvio
que no nos trajo
la suerte que siempre
auguran las comadres.
© Laura Fuksman
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