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21/2/22

Poema de Hernán Jaeggi

 


Estuve una hora

esperando que el pez

mordiera el anzuelo.

Mientras,

una lejanía de bombas caía

en plaza de mayo,

una pequeña explosión tropical

hacía temblar

al continente,

desde las estrellas

una perra ladraba

tyav-tyav (en ruso),

un muro me separaba

de oriente

y dos botones rojos

eran la mayor preocupación

en todo el mundo.

 

En esa hora, lo más importante

que ocurría en mi vida

era un pez que no se dejaba

atrapar. 

 

© Hernán Jaeggi

3 comentarios:

  1. Hernán, poema tonelada de realidad que derrumba sobre nuestra indiferencia. Gracias. Excelente.

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  2. Estupendo poema. Un gusto leerte.
    Gracias

    norma starke

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